El trato hacia una persona con discapacidad, especialmente aquellas que utilizan sillas de ruedas, debe basarse en el respeto, la empatía y la consideración. Aquí hay algunas pautas generales sobre cómo tratar a una persona con discapacidad o en silla de ruedas:
1. Respeto y Dignidad:
- Trata a la persona con discapacidad con el mismo respeto y dignidad que a cualquier otra persona. Reconoce sus habilidades y valora su autonomía.
2. Comunicación Directa:
- Dirígete directamente a la persona, no a través de acompañantes o cuidadores, a menos que se solicite lo contrario. Mantén el contacto visual y habla de manera clara y calmada.
3. Preguntar antes de Ayudar:
- Antes de ofrecer ayuda, pregunta si la persona la necesita. Respeta su autonomía y no asumas que requiere asistencia sin su consentimiento.
4. Espacio y Privacidad:
- Respeta el espacio personal y la privacidad de la persona. Evita tocar la silla de ruedas sin permiso y asegúrate de mantener una distancia cómoda durante la conversación.
5. Lenguaje Inclusivo:
- Utiliza un lenguaje inclusivo y evita términos despectivos o estigmatizantes. No definas a la persona solo por su discapacidad; valora su identidad completa.
6. Accesibilidad:
- Sé consciente de las barreras físicas y trabaja para hacer entornos más accesibles. Considera la disposición de muebles y la presencia de obstáculos que puedan dificultar el movimiento.
7. Ofrecer Asistencia con Respeto:
- Si se ofrece ayuda y es aceptada, sigue las indicaciones de la persona. Pregunta cómo puedes ayudar de manera específica y respeta sus elecciones.
8. Inclusión Social:
- Fomenta la inclusión social invitándoles a participar en actividades y eventos. Asegúrate de que los lugares que visiten sean accesibles y que puedan disfrutar plenamente de la experiencia.
9. Ser Paciente:
- Sé paciente y muestra comprensión. Algunas actividades pueden llevar más tiempo o requerir adaptaciones, pero la paciencia contribuirá a un entorno más inclusivo.
10. Educación y Sensibilización:
- Educa a otros sobre la discapacidad y la importancia de la inclusión. La sensibilización puede contribuir a crear comunidades más comprensivas y solidarias.
11. No Hacer Suposiciones:
- Evita hacer suposiciones sobre las capacidades de la persona basándote únicamente en su discapacidad. Cada individuo es único, y las habilidades varían ampliamente.
12. Reconocer el Valor de sus Contribuciones:
- Valora las contribuciones y experiencias de la persona. Reconoce sus habilidades y logros en lugar de centrarte exclusivamente en las limitaciones.
Tratar a una persona con discapacidad o en silla de ruedas de manera respetuosa y considerada es esencial para construir una sociedad inclusiva y justa. La empatía y la comprensión son fundamentales para garantizar que todos tengan igualdad de oportunidades y puedan participar plenamente en la comunidad.
Las sillas de ruedas son un elemento indispensable para muchas personas con problemas de movilidad o movilidad reducida. Este grupo de personas puede ser muy diverso, desde aquellas que sufren alguna discapacidad en el tren superior, hasta las personas mayores que requieren de una ayuda a la hora de desplazarse En este caso, nos referiremos al grupo de personas de avanzada edad.
Con el paso de los años, vamos perdiendo movilidad y poco a poco comenzamos a necesitar de aparatos externos que nos ayuden y nos hagan la vida más fácil. Comenzamos con el uso de bastones, continuamos con andadores y terminamos con las sillas de ruedas.